El mantenimiento para piscina más importante es el de la desinfección, pero hay otros aspectos que también debes tener muy presentes. Para ello se utilizan distintos elementos de control y tratamientos, cuya dosificación requiere siempre, en primer lugar, conocer el volumen de agua que contiene la piscina. También vamos a recomendarte una serie de actividades a realizar para mantener el agua de tu piscina en perfecto estado.

Por lo tanto, criterios que debes tener en cuenta para escoger un producto para el mantenimiento de tu piscina son: el volumen de agua de la piscina y qué aspecto del agua quieres solucionar y/o mantener.

  1. Cómo calcular el volumen de agua de tu piscina
  2. Tipos de mantenimiento para la piscina
  3. Periodicidad de los trabajos de piscina 

Cómo calcular el volumen de tu piscina

Lo primero que tienes que saber para utilizar los productos de mantenimiento para piscina es el volumen de agua que contiene tu piscina. Ese cálculo depende de la forma y profundidad que tenga; para averiguar la profundidad se suma la profundidad máxima y la profundidad mínima y se divide entre dos. Si tomamos todas las medidas en metros, cuando las multipliquemos el resultado será en metros cúbicos, recuerda que cada metro cúbico de piscina contiene 1.000 litros de agua.

Tipos de mantenimiento para piscina

A continuación te mostramos los diferentes tipos de mantenimiento para el agua de piscina que existen, según la función que desarrollen:

1. Regulación de PH

La regulación del pH es un factor esencial en la piscina. El pH es una medida del grado de acidez, en una escala que va del 0 al 14. Los valores por debajo del 7 indican acidez y los que van por encima del 8 alcalinidad. Para que la piscina tenga el pH correcto se debe mantener entre 7 y 7,8.

Para evaluar el índice de pH utilizamos un equipo de análisis de agua. Si el resultado que nos da no es correcto, debemos utilizar un minorador o un incrementador de pH, siguiendo las instrucciones que marque el producto

2. Cloración

La cloración consiste en añadir al agua un compuesto químico de cloro que actúa como oxidante de los elementos orgánicos de la piscina. Hay distintas formulaciones que contienen este cloro para piscinas:

– Hipoclorito sódico.
– Hipoclorito cálcico: menos agresivo para la piel e igualmente eficaz.
– Tricloro: (Ácido tricloroisocianúrico) soporta mejor la luz solar y no altera el pH.

El cloro se puede suministrar en tratamientos de choque, que liberan una gran cantidad de cloro normalmente al inicio de la temporada, y tratamientos de acción continuada, que realizan una liberación progresiva de cloro en formato pastillas o granulado siguiendo las instrucciones que indique el fabricante. El cloro se pone en el skimmer y en el caso de piscinas desmontables, en una boya flotante, para que no entre en contacto con el plástico.

Durante el proceso de cloración, el nivel del pH tiene que estar entre el 7 y el 7,8. Fuera de estos valores, la cloración pierde eficacia y puede ser agresiva para la piel y las mucosas.

3. Antialgas

La presencia de algas muestra una debilidad del sistema de desinfección. Lo detectamos inicialmente por el tono del agua (lo más frecuente es que se vuelva un poco verdosa). Además de una buena limpieza física que elimine las algas de las superficies de fondo y paredes, será necesario un tratamiento de choque con un producto antialgas y un lavado del filtro.

Una vez que las algas han aparecido en una piscina será necesario mantener de forma continuada un algicida para evitar su proliferación. Existen para ello tratamientos de cloro que ya los llevan combinados.

4. Floculantes

Cuando el agua se vuelve turbia, de un tono blanquecino, estamos ante un problema de exceso de materia en suspensión o, en piscinas de agua muy dura, de un alto contenido en cal. Una vez que hayamos descartado un problema de filtrado o un exceso de cal, el mantenimiento del agua consiste en aportar floculante. Este actúa como un espesador de las materias en suspensión, provocando su hundimiento para que sea absorbido por la boquilla de fondo o cuando se haga limpieza de paredes y fondos.

5. Antical

Llamamos aguas duras a aquellas que tienen una concentración alta de partículas disueltas en suspensión (más de 1.000 ppm -partes por millón-). Se miden con un analizador específico para esta función. Las aguas duras dificultan los ph de desinfección y regulación del pH y afectan al buen funcionamiento de los equipos de depuración. Para combatirlas utilizamos productos antical y desincrustantes.

6. Fungicidas

El entorno de la piscina está sometido a humedad y calor, por lo que no es extraño que aparezcan hongos sobre determinadas superficies. La utilización de calzado es siempre importante, pero no está de más la utilización de un fungicida que evite la proliferación de estos organismos indeseados que pueden ser también invasivos en nuestra piel.

7. Productos de invernaje y limpieza

Los productos de invernaje se añaden al agua de la piscina durante el invierno y alargan su vida, evitando que tengas que cambiarla o reponerla. El momento idóneo para realizar una limpieza de las superficies que quedan descubiertas es al vaciar la piscina o cuando está baja de nivel.

Trabajos de mantenimiento para piscina

A continuación te presentamos una serie de actividades recomendables para mantener el agua de la piscina en perfecto estado:

1. Diario

  • Analiza el pH del agua y añade el producto necesario para que se mantenga entre 7,2 y 7,6.
  • Analiza el nivel de cloro. Ajústalo a los niveles necesarios.
  • Limpia la superficie del agua de hojas, insectos y otros residuos.

2. Semanal

  • Limpia los skimmers.
  • Limpia paredes y fondos.
  • Haz un contralavado y limpia el prefiltro de la depuradora.
  • Repón las pastillas de cloro y demás mantenimientos.

 

Fuente: tuandco.com